6.2.12

Los cambios en el mundo del trabajo

Hasta hace algún tiempo tenía la sensación que una de las ventajas de trabajar en relación de dependencia era que uno podía desconectarse del trabajo cuando terminaba su horario laboral y durante el fin de semana.
Esta idea era coherente con la concepción de “trabajo seguro” y “estabilidad”, asociadas, también, al estar empleado.
El avance en las comunicaciones genero la protesta de los empleados de toda clase de compañías respecto a que, a través del mail o celulares, estaban “siempre conectados”. Innumerables artículos y cataratas de consultores especularon sobre el stress que conllevaría esta constante exigencia de recibir información y no poder descansar o dedicar tiempo a la familia. Stress, burn out, workaholic aparecieron como probables epidemias laborales.
Como suele suceder, las escenas mas temidas suelen tener otro sentido si cambiamos la forma en que las vemos.
Una vez más, las personas logramos adaptar los conocimientos que adquirimos a nuestras necesidades y transformarlas en herramientas. Y lo mismo que sucedido con cualquier gran descubrimiento, su uso depende de la intención ya que el instrumento en sí mismo no tiene significado.
Los teléfonos inteligentes, los módems inalámbricos, los cibercafés, las computadoras portátiles, las tablets y todos el vendaval de dispositivos que permiten intercambiar información transforman nuestra vida, tornándola mas sencilla.
Día a día confirmo que quienes trabajamos en forma independiente no llevamos una vida laboral tan diferente a quienes prestan su servicio en una institución o una empresa. Estos últimos también contestan mails a las 11 de la noche o los responden un sábado. Y no lo hacen por obsecuencia o por “adicción al trabajo” sino, simplemente, porque si lo pueden resolver, lo resuelven. Para que esperar?
Esto no quiere decir que no disfruten de una cena con amigos, un asado de fin de semana o de dormir hasta tarde. Significa que, si todo va bien, podrán organizarse para tener tiempo de dedicarse a las actividades que les interesan en el momento que lo necesitan. Quizás, en poco tiempo, las empresas sean cada vez menos temerosas al trabajo flexible y promuevan el home office. Seguramente los empleados forzaran este cambio ya que insistirán para que sus empleadores lo implementen.
Semanas atrás, un cliente, me sumo una idea a estos conceptos que poco a poco van cambiando el paradigma laboral: Florencia me respondió un mail a las 7 de la mañana; le respondí que ya parecía una profesional independiente, que trabajamos cualquier día y a cualquier hora. “Soy una profesional independiente trabajando en relación de dependencia”, me contesto.
Quizás, este sea el próximo paso del TRABAJO.